18 de septiembre de 2010

Todavía no puedo creer que hago tan mínimo, tan pequeño, me genere TANTA felicidad. Es algo increíble, pero es la realidad. Con tan solo ver tu nombre en azul mi corazón explota de emoción, felicidad, alegría, nervios, todo. No sé si es el orgullo, los nervios, o el miedo al 'qué dirán' pero me es imposible hablarte. No puedo. Aunque quiero. Quiero decir, me es imposible hablarte yo primero. Y no quiero me pase esto, pero es más fuerte que yo. Odio hablar con vos y no ser yo, ser otra yo. Siento que no soy yo misma cuando hablo con vos.

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